La chica canadiense de 15 años que apareció muerta la pasada semana, sufrió —entre otro tipo de abusos y humillaciones— crueles etiquetados en la red social Facebook. Así lo narraba la propia víctima en un vídeo de denuncia que publicó en Youtube. Al final no pudo soportarlo y se quitó la vida.

Todo surgió cuando a los 12 años se mostró en topless por la webcam a un desconocido durante una sesión de videochat en el web BlogTV. Luego él la amenazó con difundir el vídeo y las capturas a todos sus contactos si no accedía a darle más, a hacerle un show erótico por la webcam. Amanda no cedió a la sextorsión y el presunto pederasta cumplió su amenaza: a partir de ahí comenzó un bullying masivo dentro y fuera de la Red, que continúa aún hoy tras su muerte. Las burlas en las redes sociales incluyeron etiquetarla en imágenes crueles, como cuando intentó matarse bebiendo lejía tras sufrir una paliza a la salida del instituto. Si las redes sociales como Facebook no permitiesen etiquetarnos sin nuestro permiso, esta vía de acoso estaría cerrada y no se difundirían imágenes humillantes con nuestro nombre asociado.

Según las autoridades canadienses, quienes participaron en estas acciones podrían ser acusados de un delito de acoso.

Por esta razón y para evitar muchos otros problemas, promovemos desde PantallasAmigas esta campaña y pedimos con urgencia: etiquetas sin permiso… ¡NO!